domingo

PLANTAS SAGRADAS O ENTEÓGENAS



Al hablar de plantas reverenciadas por culturas ancestrales durante siglos es difícil encontrar las palabras apropiadas. Hasta donde se sabe, el hombre comenzó a usar las plantas enteógenas desde que prácticamente inició su vida en sociedades organizadas, es decir hace unos diez mil años aproximadamente. Su uso aparece registrado en casi todas las grandes culturas del planeta a lo largo de la historia en innumerables ejemplos artísticos, religiosos o filosóficos.

En este diálogo con diversos elementos del universo han jugado un rol fundamental las plantas “maestras”, sustancias rituales utilizadas desde la antigüedad por nativos, mestizos y, en décadas más recientes, extranjeros de diversos lugares del planeta.
La finalidad del consumo de plantas enteógenas o de sus respectivos alcaloides es conseguir determinadas alteraciones de la conciencia. Esta modificación de la conciencia generalmente se ha orientado a la sanación, la adivinación, la exploración del mundo invisible o de la conexión con el mundo espiritual o divino.
Esta experiencia de conciencia expandida implica una serie de modificaciones perceptivas en todos los niveles de nuestro ser. Se produce tanto en el nivel físico como en el nivel energético, emocional, mental y espiritual, dependiendo del contexto en el que son ingeridas, la cantidad administrada así como el control ceremonial que ejerce el chamán o sacerdote.

Dada la gran biodiversidad del territorio peruano existen numerosas plantas sagradas, pero son tres las que constituyen ejes en torno a los cuales se aprende y practica la medicina tradicional peruana: En la costa y sierra norte está el cactus columnar conocido como el San Pedro (Trichocerius pachanoi), en la amazonía está la liana conocida como Ayahuasca (Banisteriopsis caapi), en el sur andino del Perú, el lugar central lo tiene la Hoja de Coca, maravillosa planta cuyo uso laboral, medicinal y ritual le ha merecido el apelativo de hoja sagrada, de uso obligado en las ofrendas, adivinación y las actividades sociales del Ande peruano.
Desde el año 1979 un equipo de investigadores formado por Gordon Wasson, Ott, Hoffmann y Ruc han propuesto el término enteógenos para referirse a las plantas reverenciadas por los pueblos. Este neologismo proviene de la raíz griega theos (dios), más el prefijo -en (dentro) y el sufijo -gen (que despierta o genera), por tanto significa lo "que genera Dios dentro de mí". Desde un punto de vista etnológico es un concepto adecuado para referirse a estas sustancias visionarias consumidas en diferentes lugares a lo largo del tiempo: Peyote, Hongos Psilocíbicos, Ayahuasca, Amanita Muscaria, San Pedro, Daturas y hasta más de 200 plantas y hongos. El término enteógenos resulta más respetuoso y amplio que los propuestos antes (psicodélicos, psicodislépticos, alucinógenos, etc.)
Medios científicos especializados a nivel mundial aceptan y utilizan con frecuencia el término enteógenos (pese a la discusión alrededor del concepto de "divinidad"). Se habla ya de "enteología" (el estudio de los enteógenos) y de "enteobotánica" (el estudio de las plantas con efectos enteógenos). Es fundamental ampliar la discusión sobre las plantas sagradas, sus profundas implicancias espirituales, el rol que juegan en la medicina tradicional y el potencial que contienen para el avance de la medicina y la ciencia.

San Pedro: Planta Sagrada del Perú





El San Pedro (Trichocereus pachanoi) es una de las plantas enteógenas con más uso ancestral de América del Sur. La prueba más antigua se remonta al año 1300 a.C., en una estela de piedra que se encuentra en el templo de Chavín de Huántar, donde se muestra a un sacerdote de aspecto atigrado que lleva en sus manos un San Pedro, por lo que queda claro su uso ritual en las culturas ancestrales del Perú. San Pedro o planta que sube o eleva. Es la planta que limpia y purifica el cuerpo físico y espiritual. Tomar la planta es una experiencia y un rito muy especial que data de miles de años. En los pueblos indígenas de la costa y la sierra del Perú, Ecuador y Bolivia al San Pedro se le conoce también como Huachuma, Wachuma, penetración de Dios y Aguacolla.

Sus ramas, ligeramente arqueadas y cilíndricas, nace de su base para alcanzar alturas hasta siete metros. Su bella flor es grande y acampanada, de color blanco con sépalos matizados de rojo y anaranjado. De la pulpa blanquecina de la Huachuma se extrae la mezcalina y la Fenite Tilamida en un porcentaje menor a los dos gramos por kilogramo de la planta.

Uso y Beneficios

La preparación y el uso del San Pedro es de carácter religioso, por lo cual hoy científicos e investigadores proponen eliminar los términos inadecuados con que se le califica y, en adelante, reconocerla como planta Enteógena, voz griega que significa “ Lo que genera o despierta Dios dentro de mí”.El San pedro permite una ritualización más libre, no requiere una disciplina tan estricta como el Ayahuasca. Su efecto es más sobrio, menos atemorizador para la persona que lo toma por primera vez. Para tomar San Pedro como Ayahuasca se debe cumplir una dieta estricta: Uno debe permanecer en ayuno al menos 24 horas antes de la ceremonia, es importante que el estómago esté libre de comida pues los vómitos son frecuentes. No se debe consumir licor, drogas, picantes, ni tener sexo con un mínimo de tres días de antelación a la ceremonia.
El San Pedro es una planta que permite buscar el mundo espiritual y para entender mejor el mundo en que vivimos. La persona que lo toma se pone en contacto con su yo más profundo.

El San Pedro hace efecto después de 40 minutos. Algunos lloran de emoción, otros caen de rodillas con los brazos abiertos en su afán de abrazarse con el cosmos y agradecen de sentir infinita paz y amor. No se siente cansancio ni dolor, de preferencia se recomienda tomar en un lugar tranquilo en la naturaleza y con la guía de un chamán o de una persona iniciada. Según los Chamanes, los cactus de San Pedro que crecen en los jardines y en las casas no sirven para curar, pues han escuchado a las personas y se ha impregnado de los aromas de las comidas cocinada; sólo los cactus de san Pedro que crecen solos y aislados en terrenos rocosos de las cordilleras son los que deben emplearse en los rituales. El San Pedro cultivado en casa es más fuerte y ‘ataca más’ (tiene mayor efecto alucinatorio), pues se aprovecha de todas las cosas que ha oído. Una vez terminada la mesa ritual al amanecer, los pacientes retornan a sus casas. Existen diversas recomendaciones que deben seguirse al día siguiente de la mesa ritual. Quien ha tomado el San Pedro no puede ingerir condimentos como ají, cebolla o ajo, frituras, aceite o fruta (a excepción de la lima); tan sólo pueden tomar una dieta con caldo de gallina tampoco se puede fumar, lavarse, bañarse o quitarse la ropa al día siguiente. Como sucede con otras plantas enteógenas, esta es una planta que los dioses dieron al hombre para ayudarle a experimentar el “éxtasis –liberación del alma” en una forma tenue, simple y a la vez instantánea.

jueves

Ayahuasca: Planta maestra que nos enseña a descubrir nuestra misión en esta Vida



La Maestra Ayahuasca (banisteriopsis caapi) es una liana de la selva amazónica. Es conocida y utilizada por los pueblos indígenas amazónicos; la consideran planta maestra y sagrada; constituye el fundamento del chamanismo, de la medicina tradicional y de la cosmovisión indígena. Se la denomina Caapi en Brasil, Natema en Ecuador, Yajé en Colombia y Ayahuasca en Perú. En el idioma quechua ayahuasca significa “liana de los cielos”; así como Mihi, Dapa, Pindé, Kamarampi y otros.

El término Ayahuasca deriva de las palabras quechuas "aya" que quiere decir muerto y "huasca" que quiere decir soga o liana. Esto se traduce como la soga de los muertos o la liana de los muertos, y es considerada una bebida utilizada por los iniciados para comunicarse con el mundo de los espíritus. Este brebaje es considerado como el fundamento de la conexión mágico-espiritual de más de 75 etnias de la Alta y Baja Amazonía
El uso de el Ayahuasca se remonta hace más de cinco mil años y aún pervive como saber mágico - religioso y terapéutico. Ha sido utilizada como un camino para obtener la expansión de la conciencia, porque posee un componente psicoactivo unido a las hojas del arbusto llamado Chacruna (psychotria viridis). El Ayahuasca se ingiere en ceremonias rituales de curación y limpieza. Los efectos psicoactivos del Ayahuasca se deben al Dimetiltriptamina (DMT), sustancia que segrega nuestro propio cuerpo y que es la responsable de los sueños nocturnos. Según los curanderos la Chacruna es la responsable de "pintar las visiones" mientras que la Ayahuasca es la que enseña detrás de las visiones.

El Ayahuasca, además de ser un método de limpieza interior que trabaja simultáneamente en el cuerpo físico, energético y psíquico, permitiéndonos un proceso de limpieza en esos niveles, es también una puerta de acceso a estados modificados de consciencia, permitiéndonos observar realidades que serían ocultas en circunstancias ordinarias. Esta situación nos permitirá entender y reconciliarnos con la vida, con los demás, con la naturaleza, el universo, con nosotros mismos y con Dios; en palabras de los chamanes que toman Ayahuasca: “vas a ver y a entender”. Esta contribución fundamental a una modificación valerosa de la conciencia, merece especial y seria consideración porque permite al hombre sentir y repensar con respecto a sus límites e infinitas posibilidades espirituales. Asimismo se utiliza para diagnosticar y curar enfermedades y disfunciones en general.


Usos y Beneficios
Producen una profunda acción en el cuerpo, mente, emociones y espíritu, permitiéndonos confrontar y conquistar nuestros miedos más profundos, revitalizar energías vitales y despertar un nivel superior de conciencia con la finalidad de abrirnos hacia nuestro "maestro interior". La Ceremonia de el Ayahuasca, abre una relación con la espiritualidad que durará toda la vida. El Ayahuasca no es adictiva.
La planta mágica Ayahuasca, contiene compuestos químicos naturales capaces de provocar visiones intensas y sensibilizar agudamente los sentidos. Estos y otros efectos conducen a la conciencia humana hacia inéditos estados mentales inexplicables y misteriosos que son a la vez reveladores y maravillosos. La planta maestra Ayahuasca no causa adicción, mas bien, expande la mente y sirve como medio para obtener una experiencia espiritual mística - personal. A su vez el Ayahuasca sirve como recurso psicoanalítico y psicoterapéutico para que la persona adquiera conciencia de sus problemas en su verdadera significación. Bebiendo El Ayahuasca podemos descubrir la esencia misma de nuestra más íntima personalidad.

Sesión Ritual

No son sólo en el ámbito espiritual, sino también en el físico. Existen requisitos previos antes de su ingestión, como la preparación mental, física, emocional y espiritual. La dieta es indispensable: se debe permanecer en ayuno al menos 24 horas antes de la ceremonia, es importante que el estómago esté libre de comida pues los vómitos son frecuentes. No se debe consumir licor, drogas, picantes, ni tener sexo con un mínimo de siete días de antelación a la ceremonia.
El Ayahuasca te lleva a su mundo mágico. Te da lo que tiene que darte, te enseña lo que tiene que enseñarte. El Ayahuasca no es una mera relación química sino una relación mágica. Para ser entendida primero se tiene que aprender a sentir su dimensión, y como dicen los chamanes, usando corazón y no la cabeza. Cada experiencia con Ayahuasca es distinta a la otra.
El Ayahuasca es una planta que nos puede enseñar el camino, nos puede mostrar hacia dónde vamos, cuál es la misión que todo ser humano debe cumplir en la Tierra, en el fondo es tener claro qué doy como humano a esta Tierra, a este espacio, qué es lo que estoy buscando. Es también buscar nuestro lado espiritual conectado a nuestra conciencia, porque habitualmente estamos trabajando la mente, el raciocinio, y nos olvidamos del corazón. El Ayahuasca nos permite esa conexión, conecta la mente con el cuerpo y la energía empieza a circular. Sentimos entonces nuestro corazón, nuestra alma, cómo estamos internamente; las emociones empiezan a fluir libremente. Las visiones aparecen a medida que el canto se intensifica y la mareación sube, producto de la ingestión del brebaje, “produciendo contacto” con ciertas neuronas del cerebro. Todo ritual bien llevado congrega respeto, preparación, confianza y entrega.



AYAWASKHA


El Ayawaskha sabe quién no es digno de esta vida
o es digno de las otras,
o es digno de ninguna.
El Ayawaskha no es placer fugitivo,
ventura o aventura sin semilla.
El Ayawaskha es una puerta,
pero no para huir, sino para entrar
en éstas y otras naturalezas.
Para recorrer las provincias de la noche
que no tienen distancia, inabarcables.
La luz del Ayawaskha no explica,
no revela misterios.
El Ayawaskha riega la tierra desconocida
y ésa es su manera de alumbrar.
Y cuando se le llama
con urgencia y con respeto,
el Ayawaskha es el costado
de un cuchillo de piedra.
Y es punta de la primera flecha
De la última costilla.
Separa el cuerpo de su ánima.
Si un ánima está enferma,
la divorcia de su materia dura,
niega el contagio, lo empala.
El Ayawaskha enseña el origen
y la ubicación del mal.
Y dice con qué cantos,
con qué icaros espantarlo.
Y si el cuerpo está enfermo, igual.
Lo separa de su ánima
para que no la pudra.
Enseña también las raíces
que mantienen al cuerpo espiritual
del ánima material
distantes, separados,
hasta que la carne resucita
en el preciso corazón de su salud.
Y eso que parece ser nada,
lo es todo.
Hay dones, hay poderes,
hay mandatos,
hay raíces y jugos de raíces.
Cortezas precisas para esto y aquello.
Ciertos tipos de lluvia que se beben
y también ciertas piedras.
Cómo y cuándo utilizarlos
y prepararlos,
eso es lo que sabe el Ayawaskha.
Y eso lo transfiere
si así lo considera,
si el cuerpo y el ánima lo merecen.
Cuando se sabe llamar al Ayawaskha
Con urgencia y con respeto,
no hay error, no hay milagro,
ni antes ni después del Ayawaskha.
Hay lo que merecemos conocer,
lo que merecemos ignorar.
Todo es merecimiento.
Cuando se sabe llamar al Ayawaskha
es fácil todo imposible.
Porque hasta la ceniza
se vuelve agua
cuando un sediento la besa.
El Ayawaskha me convierte instrumento
de lo poderoso.
Si es mucho lo que desconozco,
lo que no alcanzo a ver, no importa
el ayahuasca sabe.
Todo es merecimiento.

* Fragmentos del poeta César Calvo y Cucha del Águila .

VISIONES DEL AYAHUASCA

Pinturas del maestro Pablo Amaringo




BIENVENDIDO A ESTE VIAJE DEL ALMA